sábado, 31 de enero de 2009

Operación Walkiria


Lugar: La Guarida del lobo, Prusia Oriental; Día: 20 de julio de 1944; Hechos:Explota una bomba ; Objetivo: Asesinar al Führer y dar un golpe de estado.... pero Hitler no murió.

Protagonista: El conde Stauffenberg, el hombre que detonó la bomba.Era un militar noble de esa región conservadora hasta la médula, Suabia. No era la primera vez que oficiales rancios intentaron matar al cabo de Bohemia. Todo empezó cuando la Wehrmacht fue frenada en seco en el Volga a principios de 1943: Ahora muchos militares despertaron del estado de fascinación nazi y Hitler volvía a ser un austriaco que malimitaba a Charlot. El diseñador del plan conspirador: Friedrich Olbricht; Nombre de la conspiración: Operación Walkiria. Medios: El llamado " Ejército de reserva" en territorio patrio mandado por el general Fromm; Señuelo: Hitler aprobó la operación camuflada como plan de seguridad nacional. Hora de la explosión : 12.40. y el coronel llamó a Berlín dando por muerto a la bestia. No fue así y la venganza no se hizo esperar. Rommel , por ejemplo, que está en el ajo, se suicidó antes. El conde gritó instantes antes de su fusilamiento: Larga vida para la sagrada Alemania. Nunca dudó de la superioridad aria. Ocioso será decir que para el suabo, Adolf se coló de matute en esa jerarquía establecida por la naturaleza:
EL «JURAMENTO» DE STAUFFENBERG:
Creemos en el futuro de los alemanes.Sabemos que el alemán tiene potencialidades que lo capacitan para guiar a la comunidad de las naciones occidentales hacia una vida más bella.Reconocemos en espíritu y en acción las grandes tradiciones de nuestra nación, las cuales, a través de la amalgama de los orígenes helénicos y cristianos en el carácter germánico, crearon el hombre occidental.Queremos un Nuevo Orden que convierta a todos los alemanes en sostenes del Estado y les garantice el derecho y la justicia, pero despreciamos la mentira de la igualdad y nos inclinamos delante de las jerarquías establecidas por la naturaleza. Queremos una nación que permanecerá arraigada en el suelo de la patria, cerca de los poderes de la naturaleza, que encontrará felicidad y satisfacción en el entorno que le ha sido dado y, libre y orgullosa, superará las bajas pasiones de la envidia y el resentimiento celoso.Queremos líderes que, procedentes de todas las clases de la nación, en armonía con las potencias divinas, nobles y magnánimos, dirijan a los demás con generosidad, disciplina y sacrificio.Nos unimos en una comunidad inseparable que, por su orientación y por sus acciones, servirá al Nuevo Orden y formará para los líderes del futuro los soldados que aquéllos necesitarán.Prometemos vivir sin tacha, servir en obediencia, mantener silencio imperturbable y ayudarnos los unos a los otros.

viernes, 30 de enero de 2009

La nieve del invierno quemado


Iglesia de la nieve nueva,

salve el día de gracia de mi

infancia bendita y humilde,

de descreído hijo de campesinos del

secano rancio y atajos de la caída de

la tarde larga ; escépticos y lúcidos castellanos

iglesia del altozano terrero y olmar,

anciana dama altiva barroca, en medio de los páramos

nevados del invierno quemado :

iglesia del polvo antiguo y el terciopelo carmesí

de los viejos reclinatorios de las beatas,
cristo gótico desmenbrado del coro...

bancos de chopo vetusto ,cainita...

iglesias de mi infancia rural mocosa

lejana en las frías riberas pardas,

de los años y montes cálidos y colorídos.

Risky Business (1985)
























Título original
Risky Business
USA - 1985 - 95 min.
Calificación: Comedia
Director: Paul Brickman
Intérpretes: Tom Cruise, Rebecca De Mornay, Curtis Armstrong




Sinopsis:

La imagen del cartel de "Risky Business", un Tom Cruise sonriente y con la mirada oculta tras unas inconfundibles gafas de sol, es un icono de la comedia de los años 80.Famoso se hizo el baile con aquellos horrorosos calcetos blancos y calzoncillos de un blanco demasido impecables.
Gracias a esta película, los aficionados descubrimos también a la turbadora Rebecca de Mornay ( lo mejor de la peli). Corrían tiempos en que la moda cinematográfica eran las comedias con adolescentes descerebrados y fue entonces cuando "Risky Business" marcó la diferencia: con similares mimbres a los propios del resto de películas del género, Paul Brickman armó una comedia liberadora, "realista"(la era Reagan, ya saben), en la que se describe el mundo de los adolescentes ricos de Chicago con una verosimilitud que escaseaba en el cine estadounidense:estudios idiotas para ejecutivos, sexo impaciente y pasta.
Cage y Tom Hanks y otros rechazaron el papel que catapultó a cienciólogo.
La película tenía inicialmente un final diferente al que permaneció en el montaje definitivo, un final con un tono triste que fue descartado por los productores tras contemplar la reacción del público ante el que se proyectaron ambas versiones.

jueves, 29 de enero de 2009

La ladrona, su padre y el taxista (1954)


La ladrona, su padre y el taxista (1954), dirigida por Alesandro Blasetti.

Unos ladrones intentan robarle el coche a un taxista(Marcello Mastroianni), y él coge a la chica (Sofía Loren)que va con ellos para llevarla a comisaría, pero todo acaba enredándose y aparecerá en escena el padre de ella, un veterano ladrón (un inconmesurable Vittorio De Sica ).El magnífico guión es de Suso Cecchi D'amico, Alessandro Continenza, Ennio Flaiano.

Otra amable y agradable comedia italiana, llena de frescura costumbrista, protagonizada por Mastroianni, como "Divorcio a la italiana", acompañado por la bellísima Sophia Loren y Vittorio de Sica. El director es Alessandro Blasetti. Otra vez el traductor titulador tuvo su momento de gloria, ya que el título original es "Peccato che sia una canaglia".

miércoles, 28 de enero de 2009

Sándor Márai: Diarios (1984-1989)


" 15 de enero de 1989

Estoy esperando el llamamiento a filas;no me doy prisa, pero tampoco quiero aplazar nada`por culpa de mis dudas. Ha llegado la hora"
Última entrada de los Diarios (1984-1989) de Sándor Márai, pocos días antes de su suicidio. La única no mecanografiada.Había perdido, tras dolorosa enfermedad a su amada esposa Lola, con quien había convivido sesenta y dos años. En estos diarios reflexiona sobre el luto y la soledad; Observador lúcido de su propio deterioro físico, preparándose para la muerte.
En la última carta - dirigida a su editor- escribió: "Lo siento mucho, ya no puedo más. La debilidad no desaparece y, de seguir así , pronto tendrán que ingresarme. Quisiera evitarlo. Gracia por vuestra amistad".
Se suicidó en San Diego de Alcalá, California, el 21 de febrero de 1989 de un disparo en la cabeza. Conforme a su testamento, sus cenizas fueron esparcidas en el mar.
Celebrado escritor húngaro de los años de Entreguerras, nacido en 1900 en Kassa, pequeña ciudad húngara que hoy está en Eslovaquia. Se exilió, por primera vez, durante la dictadura derechista de Horthy y, tras la instauración del gobierno comunista en 1948, definitivamente.

Sándor Márai, Diarios (1984-1989), Barcelona, 2008.

En brazos de un extraño (2000)


En brazos de un extraño.
Título original: Into the Arms of Strangers: Stories of the Kindertransport
Género: Documental
Director: Mark Jonathan Harris
Protagonistas: Judi Dench (narradora), Lorraine Allard, Lory Cahn, Mariam Cohen.
Duración: 122 minutos
Origen: Estados Unidos
Año: 2000
Entre 1938 y 1939 alrededor de 10.000 niños alemanes, austríacos y checoslovacos, la
mayoría judíos, fueron enviados a Inglaterra por sus padres. Allí, familias adoptivas los
recibieron, criaron y educaron. Muchos años después del fin de la guerra, la madre de
uno de ellos, una madre adoptiva, un sobreviviente de Auschwitz y dos organizadores
de la red de salvataje, recuerdan los aciagos días de la guerra, a los diez mil salvados . Ganó el Oscar de la Academia al mejor documental en el
año 2000.

lunes, 26 de enero de 2009

Hace un millón de años (1966)


Hace un millón de años





Título original: One Million Years B.C.
País: Inglaterra
Año: 1966
Duración: 88 m.
Dirección: Don Chaffey
Producción: Michael Carreras, Hal Roach, Aida Young
Guión: Michael Carreras, George Baker, Joseph Frickert, Mickell Novack,
Fotografía: Wilkie Cooper
Música: Mario Nascimbene
Reparto: Raquel Welch, John Richardson, Percy Herbert, Robert Brown, Martine Beswick, Jean Wladon, Lisa Thomas



Sinopsis: Un cavernícola es expulsado de su tribu y encuentra refugio, eventualmente, en otra más avanzada. Esto le sirve para convertirse en el líder cuando regresa a su tribu

Comentario: Sí, lo sabemos, hombes y dinosaurios nunca co-existieron ¿y qué? Esto es un película de ficción, no un documental sobre la prehistoria. El guión es simple, las actuaciones... Y eso de que la tribu de las Conchas, sean los rubios avanzados y sensibles y la de las Rocas, los más primitivos y salvajes morenos...pfff. Pero lo que nos interesa es la aventura, las luchas con y entre los dinosaurios, Raquel Welch en bikini prehistórico, y eso lo tenemos.
La Hammer estaba plenamente asentada como productora de cine fantástico cuando decidió hacer esta película, aunque saliéndose del cine de terror, su auténtica especialidad.
Las animaciones de Harryhausen resaltan aún más cuando también aparecen animales reales aumentados, un recurso muy poco convincente.
Es remake de una producción de los años cuarenta protagonizada por Víctor Mature, al que me puedo imaginar perfectamente como cavernícola. En esta primera versión, los animales prehistóricos eran todos animales corrientes aumentados.

Impulsados por la desesperación


"la perspectiva bolchevique es el resultado de crueldad del régimen zarista y de la ferocidad de los años de la Gran Guerra, actuando sobre una nación arruinada y hambrienta, enloquecida por el odio.Si para el establecimeinto de un socialismo con éxito se necesita una mentalidad diferente , entonces, para su inaguración será necesaria una coyuntura enteramente distinta ; los hombres tienen que ser persuadidos a intentarlo por la esperanza; no ser impulsados al intento por la desesperación . Conseguirlo así debe ser el objetivo de todo socialista que desee la felicidad de la humanidad más bien que el castigo de los capitalistas y de sus satélites gubernamentales".

Bertrand Russell, Teoría y práctica del bolchevismo, Barcelona, 1969.

Russell, premio Nobel de Literatura, viajó a la Rusia soviética al finalizar la Guerra Civil (1920). El país estaba bloqueado , arruinado y hambriento; con la escasa industria maltrecha , sumido el comercio en el contrabando y la requisa sistemática al campesinado. La popularidad de los bolcheviques por los suelos...reinaba, en fin, la desesperación, terreno fácil para el advenimiento del hombre providencial. No tardó en llegar.

domingo, 25 de enero de 2009

El caso inquisitorial de Eleno de Céspedes (1587)


La ciencia médica ya ganaba batallas legales en el Renacimiento y ante un tribunal de la Sanata Inquisición española de tiempos de Felipe II: Año de 1587 y lugar, cárcel inquisitorial de Toledo. Sujeto: el cirujano hermafrodita Eleno de Céspedes, andaluz y nieto de una esclava etiope. Casado con un albañil de Jaen hasta un parto con éxito y con 16 años y, años después,tras operación de un tal doctor Tapia, casado como hombre, con María del Caño.Acusación:pacto diabólico y brujería con propósitos sensuales.La línea de la defensa, hecha por el mismo reo, hace acopio de pruebas médicas efectuadas en sus órganos sexuales y de argumentos de autoridad- todavía había que reforzar las pruebas médicas con los textos prestigiosos de los clásicos antiguos-: Eleno aduce fragmentos de La adivinación de Cicerón y, con más fundamento, el libro VII de la Historia Natural de Plinio el Viejo y, nunca está demás, dado la naturaleza del tribunal, el sacar a relucir a todo un padre de la Iglesia :La ciudad de Dios de San Agustín. Así, Eleno, pudo demostrar que el hermafrodistismo es algo natural y lejano de las malas artes luciferinas. Fue absuelto pero condenado por otro delito a prestar su trabajo en hospitales toledanos: Bigamia al no demostrase la muerte del primer marido; aquel albañil jienense que había escapado cuando Eleno parió un precioso niño que debió dar en adopción a un panadero sevillano.
Desde entonces la ciencia médica ha ganado muchas batallas a la religión institucionalizada y a la superstición. Estamos en sus manos y ahora es la medicina alternativa y los defensores de una muerte digna los que se le enfrentan.Mas aún persiste en varias iglesias el espíritu de cruzada, batiéndose en retirada.

Emilio Ruiz Barrachina, Brujos, reyes e inquisidiores, Barcelona,2008

Kid Galahad (1937)


Kid Galahad

Titulo original: Kid Galahad
Año: 1937
Duracion: 102 min.
Genero: Cine negro, Drama
Director: Michael Curtiz
Reparto: Edward G. Robinson, Bette Davis, Humphrey Bogart, Wayne Morris, Jane Bryan, Harry Carey, William Haade, Soledad Jiménez.
Productora: United Artists
Guion: Seton I. Miller
Musica: M.K. Jerome
Fotografia: Tony Gau

Sinopsis:
Un manager de boxeo llamado Nick Donati( Edward G.) descubre en un hotel al botones Ward(W.Morris) que logra noquear al peso pesado Chuck McGraw cuando éste se metía con Louise, novia de Nick (B.Davis). A partir de ese momento, el futuro del muchacho cambia pues Nick le ofrece entrenarlo para convertirlo en boxeador profesional. Ward acepta y se hace llamar ´Kid Galahad´. Las cosas se complicarán porque el deshonesto Turkey Morgan( Bogart) se interpondrá en los planes de Nick, Louise empezará a sentirse atraída por Ward, y a su vez éste se enamorará de la bella Marie(Jane Bryan), hermana de Nick. La mejor película de los chanchullos del mundo del boxeo de los años treinta... y, el amor termina venciendo tras el noble sacrificio de la víctima propiciatoria, que ahora lo encarna un magnífico Edward G.

Masacre (1985)




Antes de nada agradecer al Docteur Slump por haberme intrigado sobre ésta película, que conocía pero que aún no había tenido la oportunidad de verla, aunque después de muchísimas búsquedas y llamadas a puertas extrañas conseguí hacerme con una copia de ésta magnífica película. ;O))
Yo recuerdo haber visto múltiples películas sobre la barbarie de la II Guerra Mundial, diferentes visiones desde diferentes países con diferentes formas o estilos de filmar, pero ninguna película me ha impactado más que "Idi I Smotri".
Ésta película es un paseo por la crueldad, sinrazón, barbarie, vejaciones, miserias que producen las guerras, filmada de una forma genial, seca, áspera, sin concesiones... por Elem Klimov.
Ambientada durante la mitad de la II Guerra Mundial en Bielorrusia durante la invasión nazi, asistimos al "bautismo" en el infierno por parte de Florya, un joven que trata de encontrar junto con otro amigo entre los restos de un destacamento un fusil para de ésta forma tener el "material" necesario para alistarse. Propio de lo ingenuo de éste acto, la idealización de la guerra, lo atractivo que puede resultar la violencia en grupo, Florya dejará atrás en su mísera aldea a dos hermanas y a su madre desoyendo las súplicas de ésta para que se quede con ellas pues ve como su máxima protección y ayuda para sobrevivir en ésos tiempos de hambruna desaparece.
Florya será conducido a un destacamento que se prepara a partir hacia la guerra pero en el último momento éste será dejado atrás, sólo junto con una joven, pues sus impecables botas eran necesarias para un veterano soldado. Empezará entonces el viaje particular al Apocalipsis de Florya, viviendo situaciones cada vez más insoportables, siendo la primera de éstas el asalto a su aldea por tropas alemanas mientras él estaba ausente con la masacre indiscriminada de todos sus habitantes.
Florya será un testigo excepcional a partir de aquí, de infinidad de actos irracionales, sádicos, violentos... actos inimaginables que producir el ser humano durante una guerra; la bestia se pasea sin pudor ninguno ante nuestros ojos, mostrándonos en diferentes situaciones como lo fútil, lo inexplicable de dichos actos sólo, quizás, se pueden concebir en su más execrable manifestación durante un conflicto bélico. Pero la sinrazón ya hacía tiempo que había sido expuesta en la película...
Una banda sonora prácticamente inexistente, que afianza excepcionalmente la angustia de sus personaje; debido a un bombardeo, Florya se quedará durante un cierto tiempo medio sordo a consecuencia de éste, oyendo de forma muy difuminada los gritos, explosiones que le rodean, remarcando de ésta forma el aislamiento terrible al que se ve sometido en éste paisaje desolador. Florya va madurando entonces de una forma absolutamente terrorífica.
Ésta angustia es compartida plenamente por el espectador, que siente el sabor agridulce, metálico, del miedo, de la violencia. Sin concedernos prácticamente un respiro, su director nos recuerda constantemente que la GUERRA ES ESTO, dejando aparte otras películas bien diferentes, en las que incluso la violencia, muchas veces o bien es idealizada o prácticamente no existe. Hay escenas durísimas en ésta película, muy difíciles de soportar ante lo inimaginable de su crueldad y que no considero oportuno mencionar para no destripar en exceso ésta excelente película; sólo mencionar que en dónde otros directores se "aventuraban", algunos de una forma muy aceptable, por cierto, Klimov nos lo enseña sin pudor, sin lirismo, sin música que acompañe "tal sufrimiento"; la banda sonora es el dolor, el terrible dolor que un ser humano puede soportar o aceptar en éstas situaciones extremas.
En éstos tiempos de "idealización" de la violencia y de olvidos históricos, "Idi I Smotri" es el perfecto contrapunto para tales carencias, para demostrarnos que el Apocalipsis está aquí a poco que se escarbe en el imaginario más detestable del ser humano. — Fernando da Galiza.

jueves, 22 de enero de 2009

La guerra es el asunto más importante


"La guerra es el asunto más importante para el Estado.Es el terreno de la vida y de la muerte, la vía que conduce a la supervivencia o a la aniquilación , no puede ser ignorada".
Así comienza El arte de la guerra de Sunzi. Redactado en la China antigua ( hace más de 2300 años).
El presidente Obama tendrá sus guerras. Hereda una derrota (Irak) y en el Hindu-Kush todo es posible. Israel guarda el Próximo Oriente. El terrorismo antiimperialista es una seria realidad amenazante. A Obama le toca gobernar en el principio del declive del Imperio puritano de Norteamérica; más les vale sacar su retórica más presentable: la tradición liberal de Roosevelt y enterrar la prepotencia garrula de los fundamentalistas. Necesitará de todos sus aliados, occidentales y orientales. Ha quedado claro que no hay lugar para sueños hegemónicos. El mundo es multipolar y la crisis financiera, originada en Norteamérica, evidencia pronfundos desequilibrios y huídas sin sentido.
Obama tendrá su guerras y no saldrá victorioso. Porque Occidente ya no sabe que la guerra es lo más importante; el craso economicismo lleva demasiado tiempo haciendo estragos en las conciencias.
Obama tendrá sus guerras.

Millonario de ilusiones (1959)


La penúltima película de Frank Capra: Millonario de ilusiones. el talento innato del cineasta para la comedia -y es un reto importante mantener el ritmo perfecto durante dos horas, duración casi siempre excesiva-, al tiempo que se vislumbra en ellas un cierto desencanto, o escepticismo, frente al optimismo de sus grandes obras de los treinta: siguen viviendo sus personajes de sueños e ilusiones, aunque tocando algo más la realidad y sus imposibles y... ese tono melodramático que lastra cualquier comedia. Buen reparto, con especial mención de un soberbio Edward G. Robinson y pasables Sinatra, Eleanor Parker, Carolyn Jones y presentando al niño Eddie Hodges. Recibió el oscar a la mejor canción ( High Hopes.

martes, 20 de enero de 2009

Harper: Investigador privado (1966)



Realización de Jack Smight, basada en la novela "The Moving Target", de Ross MacDonald. Se rodó en Zuma Beach (Malibú, CA), en localizaciones de CA y en los Warner Studios (CA), con un presupuesto de 4 M dólares. Ganó un Edgar (guión). Se estrenó el 23-II-1966 (EEUU).

La acción tiene lugar en CA, a lo largo de unas dos semanas, en 1965. Narra una historia de Lew Harper (Paul Newman), investigador privado, perspicaz, lacónico, hábil, escéptico, solitario y tenaz. Investiga la desaparición de Ralph Sampson, debida a un secuestro según su mujer, Elaine (Lauren Bacall), discapacitada física, acaudalada y de espíritu independiente. El caso se complica de modo imprevisible.

La película es un homenaje al cine negro americano de los 40, en especial al subgénero de detectives privados, como "El sueño eterno" (1946), de H. Bogart (Philip Marlowe) y L. Bacall. El desarrollo de la trama pone al descubierto un mundo de personajes turbios, alcohólicos, individualistas y corruptos; de negocios ilegales relacionados con el tráfico y explotación de personas; y de comportamientos criminales. Para el film la trama no es tan importante como el dibujo de los personajes singulares que intervienen y la descripción de sus comportamientos. El éxito de taquilla y crítica de la obra impulsó un revival transitorio del cine negro, conocido como "neocine-negro de los 60", que tendría su réplica en el "nuevo cine negro" de finales de los 80 y principios de los 90 ("La muerte golpea dos veces", John Dahl, 1989). La definición de los personajes se completa y matiza con ayuda de los escenarios arquitectónicos, geográficos y decorativos en los que habitan: soledad de Susan (Janet Leigh), desorden de Fay (Shelley Winters), frustración de Betty (Julie Harris), indolencia de Allan (Robert Wagner), superficialidad de Miranda (Pamela Tiffin). La obra no alcanza los niveles de fascinación de los films que homenajea, pero describe con maestría las excentricidades de los personajes. La obra aporta buenas interpretaciones, una dosis elevada de misterio, un clima de suspense sostenido, una trama consistente, un protagonista anti-héroe y un crescendo dramático basado en la aparición ininterrumpida de nuevos interrogantes.Finalmente, hay un final memorable, un verdadero canto a la amistad.

La música ofrece una bonita partitura original de aires sesenteros, rítmicos y melódicos, con temas como "Harper", "Sure As You're Born" (Sam Fletcher) y "Susan". Añade una canción para la ocasión de André Previn, "Livin' Alone" (Julie Harris). La fotografía, en panavisión, juega con segundos y terceros planos y con los extremos de la pantalla, en los que sitúa elementos de la acción. Es destacable el plano en el que la imagen de Fay se refleja en tres espejos. El guión elabora una historia sólida y efectiva. Trata con desprecio la homosexualidad, de acuerdo con los cánones del momento. La interpretación de Newman es brillante en su primer film policíaco. Bacall y Leigh están magníficas. La dirección crea una obra consistente, de excelente contenido.

lunes, 19 de enero de 2009

Karl Kraus y la revista Die Fackel


Karl Kraus y la revista Die Fackel. 1899.
Natalia Vidal
Tanto en Alemania como en Austria, al buscar material sobre Karl Kraus o su revista Die Fackel en una librería moderna o de libros usados, se nos señalará una amplia sección catalogada bajo el moto “Publizisten”, próxima a “periodismo/ revistas”, cercana a la de “libros por autor…”. La primera impresión es la de haber sido víctima de una broma estúpida del librero. Pero ocurre que en la cultura de habla alemana, el publicista, lejos de ser un individuo dedicado a la producción de publicidad – Werbung – implica un plus categorial, un estatus de especialidad que le habilita a dedicarse exclusivamente a la opinión.
Y aquí la difícil tarea de darle a Kraus una categoría periodística que no sea del todo periodística sin que deje de remitir al periodismo, más la sorpresa de no hallarlo reconocido como ‘escritor’ en las librerías. Aunque por cierto no tan impactante como cierto archivo de cortometrajes caseros, donde un Kraus agazapado detrás de una larga mesa derrama su mirada sobre unas hojas y eleva unas manos de dedos largos como juncos al grito de “¡CUERVO! ¡CUERRRRVO!”.
Los calificativos, en todo caso, resultan o exagerados o pobres. Else Lasker-Schüler propuso los sobrenombres de “Papa negro” e “hijo de Lama”, Walter Benjamin lo estimó un “Cáliban” y un “juez”, el investigador Edward Timms, más contemporáneo, lo trabajó como “satírico maestro de máscaras”, y así se podría seguir enumerando indefinidamente. Y es que hay un Kraus para todas las miradas posibles, lo que también lo hace hasta cierto punto inaprehensible.
¿En qué medida la obra de Karl Kraus encuentra una recepción en el ámbito intelectual, académico? ¿Fue realmente Kraus un periodista ‘anti-periodismo’ o un escritor? ¿Fue un teórico de la lengua, la moral, la ética y la estética, o su juez? ¿Fue Die Fackel una revista – cultural, crítica, política, progresista/denuncista-, o es cada ejemplar apenas el capítulo de una larga novela satírico-realista-biográfica sobre 36 años de historia que atraviesan la carne de un individuo? ¿Fue Kraus uno de los pocos críticos que avizoró Holocausto y postmodernismo en el análisis de elementos terribles de lo moderno que tal vez, y bajo otras máscaras, aún permanecen vigentes?
Académicamente, existe un intenso estudio sobre la obra de Kraus emprendido en los diferentes Institutos de Germanismo de las universidades europeas (1). El volumen de su obra llega al límite de lo inconmensurable. Además de una importante reimpresión del Die Fackel a fines de los años 70, entre las décadas del 80 y el 90 cobró un importante impulso la tarea de archivo de documentos escritos y audiovisuales, de construcción de catálogos temáticos y localización de lecturas públicas de Karl Kraus, sus intervenciones en ciclos radiofónicos, la reedición de escritos centrales en volúmenes, la selección y recuperación de correspondencia y fotografías, la edición de guías para identificar hechos e individuos mencionados, el rastreo testimonial de memoria histórica (2). El diccionario misceláneo del Die Fackel – casi tan impagable como la colección completa de la revista y su edición en CD-ROM- es otra maravilla de este arduo trabajo de investigación y archivo. En 1999, y gracias a este importante proceso de recuperación documental, fue posible realizar una gran exposición del Die Fackel cumplidos los cien años de su fundación (3).
La cantidad de trabajos de doctorado realizados sobre diferentes aspectos de la obra y del pensamiento de Kraus sigue creciendo, y ya en 1988 se ha editado una compilación de escritos tempranos (4), todo el material literario publicado por Kraus en ediciones de autor y en revistas y periódicos antes de la fundación del Die Fackel en 1899. Académicamente también, existe una tendencia a dejar de lado la obra de Kraus, por extensa, o lo que es aún peor, para dictar seminarios sobre sus amoríos, un despropósito krausiano como pocos. Esta oscilación dentro del mundo académico recuerda decisivamente la línea demarcatoria que postula enérgicamente Kraus entre el “caso Dreyfus” y el “affaire Dreyfus” – la parrafada periodística sobre el juicio-. El resto, de por qué Sydonie Nadherny “sí rompió las cartas, pero antes las transcribió a su diario íntimo”, le resulta poco interesante a cualquiera que tenga ganas de discutir, maldecir, revalorizar, analizar y releer pasajes de la obra de Kraus, lo que, en realidad, también es discutir, maldecir, sorprenderse, alegrarse, enojarse y releerse a sí mismo de cara a la propia elección, la de haberse metido con la obra de tal individuo.
Como se explica más arriba, resulta muy difícil caracterizar el desempeño de Kraus con apenas un calificativo, una función (juez y actor de la realidad, escritor, especialista de opinión, esteta, moralista, apartidario-partidario, amigo-enemigo del Expresionismo, defensor de la reivindicación de las identidades nacionalidades al interior del imperio, judío asimilado, cristiano, egocéntrico de profesión, socialista, recitador carismático, traductor… y hasta pseudo-cabaretista, si es que se ha tenido la oportunidad de oírle cantar un fragmento de “Los últimos días de la humanidad”, “La ronda de la prensa”, editado en CD… latinista, abogado del cielo y del infierno, jurado, actor, corrector de estilo, lingüista… y, a fines de permanecer en lo mesurable, un individuo peligrosamente ambivalente) y una revista.
La posibilidad de tomar al Die Fackel como algo más que una pubicación trimestral siempre resulta un tanto provocativa, aunque ni del todo errada o poco tentadora desde la perspectiva de la biografía de época, la de un hombre y su tiempo histórico. Pues de ser así, habría sido escrita a lo largo de 36 años de manera ininterrumpida –excepto por algunas confiscaciones y engorros de la ley de censura previa–. En todo caso, Die Fackel perteneció a un editor que fue escritor, “especialista de opinión”, traductor y poeta y que excepto entre 1903 y 1911(5), escribió su periódico sin colaboradores ‘internos’. Esto sólo quiere decir que Die Fackel nunca fue realmente escrita por un sólo individuo –en general existe un consenso académico diametralmente opuesto sobre este asunto-, pues la publicación de contenido epistolar central y secundario es una voz paralela de refuerzo, tan presente como el recurso de las citas textuales de autores clásicos y de la prensa diaria. Contenido epistolar central que es publicación de cartas con nombre y apellido y contenido epistolar secundario, respuestas del editor a las cartas de lectores, casi nunca con publicación de la fuente, menos aún si se deja claro la imposibilidad de responder por escrito a posibles insultos (6).
Si tomamos como muestra los 27 números correspondientes al primer año editorial, 12 de ellos incluyen correspondencia de otros individuos en tanto espacio central de expresión (7), y no en las últimas páginas de la revista. El contenido escrito sólo por Kraus arroja un 55,56 % del total (8. Sí existe, en cambio, un criterio absoluto de selección temática y edición, más un efecto de discurso absoluto manipulado alternativamente en la enunciación de la palabra –una división caprichosa entre un ‘yo’ y un ‘nosotros’ editorial, o exclusivo, que nunca deja de ser un ‘yo’–. El efecto de un discurso absoluto se plasma en la denuncia que expone las trampas de sus contemporáneos y en la búsqueda de una ‘verdad’ como reclamo de una deuda impaga de lo moderno con sus hijos.
La capacidad profética de Karl Kraus deriva de su obsesión implacable por el seguimiento de la actualidad, de su agudo análisis histórico, de su metodología de ‘análisis cultural’ hacia atrás, hacia el pasado, que en algunos aspectos se podría poner en contraste con la Escuela de Frankfurt, o al menos dejar la pregunta abierta, la de si hubo efectivamente alguna “iluminación” compartida o no.
Lo cierto es que muy difícilmente entren a las páginas del Die Fackel individuos o hechos claros y “limpios”, libres de corrupción, o del antojo estético de Kraus, y que el proceso de interpretación y escritura los libere. Todos salen amargamente desnudos y con cadenas en los tobillos. La crítica implacable de la red argumentativa obliga al lector a volver sobre las palabras una y otra vez. El recurso a la injuria y la sátira, la inmaculada cita de los clásicos y la transcripción de fragmentos mal escritos de la prensa liberal, busca un saneamiento interno del lector, para que engendre un pensamiento crítico propio, libre de fraseologías y juicios estéticos implantados. Aunque la mayoría de las veces el lector del Die Fackel fue poco agradecido y no se dejó “iluminar por la luz de la antorcha”. Aprendió principalmente a odiar al “cretino” de su editor, pues, según el caso, la sátira funciona como un recipiente de estiércol arrojado en plena cara (8.1).
II. La caza del escorpión: Herzl, Dreyfus, Lueger, Liebknecht y la prensa.

En una carta paternal publicada en el número 2 de Die Fackel, Maximilian Harden, que saluda el emprendimiento, alecciona:
Espero que aprenda a reconocer cada vez mejor que la desgracia de la institución (periodística) no proviene de las personas. El periodismo se ha vuelto un oficio gran capitalista, una empresa que hace dinero dirigida por personas ajenas al trabajo que orientan el camino acorde a sus intereses privados. El periodismo se ha vuelto lo que podía ser.
¿Qué deben hacer las personas con medio y tres cuartos de talento? Usted se arrastra sobre un territorio que está caliente (9).
El primer año en el que este Kraus “rastrero” publica el Die Fackel, alguna contratapa recuerda al lector la existencia de dos obras satíricas de su editor “al alcance en todas las librerías”: Die demolierte Literatur (La literatura demolida) y Eine Krone für Zion (Una corona para Sion). En parte, el primer año de la revista va a continuar y profundizar elementos argumentativos presentes en estas dos obras. Los grandes ejes temáticos son, por lo tanto, dos: antisemitismo, nacionalismo y prensa liberal –las figuras privilegiadas son Theodor Herzl, Karl Lueger, Richard Dreyfus y Wilhelm Liebknecht- y el tráfico de influencias en las esferas del arte (literatura y teatro) y la comunicación - de carácter más marginal durante este primer año editorial–. El primero de ellos se dedica al tratamiento crítico de temas controversiales –eje fundamental para el análisis del proceso de construcción de legitimidad para este tipo de publicación–. El segundo trabaja sobre la interdependencia política y económica dentro del campo cultural y comunicacional, la retórica y acción de los Cliquenwirtschaft (grupillos económicos o financieros). El empleo de la lengua atraviesa el análisis en todo momento. Ambos temas centrales, a su vez, se interconectan en diversos recorridos argumentativos. Tomemos un ejemplo en torno a Theodor Herzl: corresponsalía en Francia en 1894 –reapertura del caso Dreyfus en 1899– Judenfrage- sionismo- affaire Dreyfus- literatura- Neue Freie Presse- sociedades de acciones- política imperial (Una corona para Sion, La literatura demolida, Die Fackel 1899): antisemitismo, nacionalismos y prensa, el tráfico de influencias en la esfera del arte y la comunicación.
En 1894, Theodor Herzl, que se encontraba haciendo una corresponsalía en Francia, publica un artículo en la Neue Freie Presse donde califica "infantil" la idea de buscar el lugar geográfico de la tierra de origen. La tierra de origen estaría en el aprendizaje de la religión, en la continuidad de la memoria. La prosecución de la esperanza del retorno, pondría a los judíos en el paradójico reconocimiento de una 'no identidad' de conjunto (9.1). De este modo resume el estatus de asimilación lingüística y económica al de nacionalización y deja afuera la tensión ejercida sobre una identidad cultural suspendida entre la sangre y las ventajas y desventajas del ingreso a la profesión liberal ejercida en un territorio ya constituido. El caso Dreyfus es el disparador de este ya mencionado desencanto de Herzl con Francia. Allí es testigo de manifestaciones antisemitas que le recuerdan las peores amenazas del pangermanismo de Schrönerer, sus manifestaciones por las calles de Viena entre los años 1887 y 1888.
También en 1894 el líder socialdemócrata alemán Wilhelm Liebknecht se encuentra cumpliendo una condena de cuatro meses en prisión. La realidad atraviesa los muros de su celda en la lectura sistemática de periódicos franceses y alemanes. Liebknecht, familiarizado con los juicios por espionaje, advierte hondas diferencias en el tratamiento de hechos y móviles en la prensa de una y otra nación. Los periódicos alemanes sostienen la inocencia de Dreyfus, exageran en descripciones inconducentes, demonizan a Francia con una retórica popularizada durante la guerra franco-prusiana. Liebknecht duda. En aquél entonces, e incluso en el período correspondiente a la revisión del caso, "el movimiento antisemita francés es insignificante en comparación con los de Alemania y Austria" (10).
Herzl, por su lado, comienza a poner en cuestión la verdad de la asimilación y su identidad en un proceso asimilatorio que hasta entonces se había desvanecido tras el éxito de su escalada liberal y su desempeño como periodista. De este modo decide abandonar su corresponsalía en Francia y en 1895 crea el movimiento sionista junto a Max Nordeau, compañero de la Neue Freie Presse, escritor y, al igual que el propio Herzl, judío asimilado de origen húngaro. El sionismo no se autoproclama partido político, sino movimiento. Movimiento nacional judío, sionismo como "jüdische Volk unterwegs"(11). Para llevar adelante su proyecto, Herzl saca fruto de su posición dentro del periódico, genera congresos de discusión, se vale de su capacidad como folletonista, escritor y libretista para llegar a la judería que todavía permanece entre las paredes del gueto. Ellos son principalmente los judíos del este de Europa, los no asimilados. Y el caso Dreyfus, el foco de la prensa nacional e internacional, se convierte en la prueba de fuego. La emancipación, esa asimilación europea, no es efectiva, no es justa ni es "nacional". Entre el primer juicio a Dreyfus y su reapertura en 1898 tras la confesión del mayor Hubert Joseph Henry, el partido socialcristiano gana la alcaldía de la ciudad de Viena a través de Karl Lueger.
En este entorno sale a la luz la publicación de Kraus, cuando ya se empieza a avizorar con más fuerza el peligro de los partidos nacionalistas, lo endeble de la Judenfrage, que se actualiza en el tamiz del antisemitismo presente en un caso de espionaje, y el tratamiento global realizado por la prensa diaria. A partir de ese momento, Die Fackel no dejará de atacar con voracidad ni el emprendimiento de Herzl ni la persona de Herzl y su camarilla de colegas periodistas-escritores. El ataque al sionismo ya aparece en el primer número, forma parte de la lista de seres y situaciones que marcan la catástrofe moderna, que encarnan la decadencia y la corrupción a las que va dirigido el saneamiento intelectual propuesto por la revista.
Se llaman a sí mismos “sionistas”, a través del griterío nacional quieren una nueva existencia en el satisfecho y contaminado Imperio austríaco, una existencia a la que privilegian como pueblo judío, e imponen ansiedad por una loada tierra de origen a los inofensivos y dichosos paseantes que huyen del excremento antisemita (12).
Pero el artículo no está dedicado exclusivamente a la figura de Herzl y su movimiento, se menciona a la prensa, a los periodistas, al caso Dreyfus. Dreyfus y Herzl significarían el fracaso de la asimilación en el sistema jurídico y la victoria de la corrupción periodística inserta en el mapa de un sistema financiero que reproduce su aventura política en el campo cultural. Dreyfus y Herzl no significan menos el fracaso de una nación 'civilizada', en este caso Francia y sus cimientos humanistas, que la prensa el de la verdad de una información objetiva.
Queda la pregunta de si el interés dogmático de lo judío clerical, al final no podría causar mayor desastre que todo antisemitismo. Esforzados, los judíos después de 4.000 años de instrucciones como “pueblo elegido que no se mezcla con otros pueblos” – ellos no deben cosa semejante– explican a Dreyfus cual dedo índice de su Dios contra la asimilación (13).
En lo que se refiere a la presencia de Lueger dentro de la tensión Herzl-Dreyfus, es el temprano pangermanismo de Schönerer el que posibilita el surgimiento de un partido como el socialcristiano, que recluta a las clases medias y bajas en sus aspiraciones truncadas de ascenso económico y sentimientos nacionalistas, sectores que el pangermanismo –liberal y aristocratizante– había dejado de lado. Lueger había militado inicialmente en las filas liberales y luego, desencantado por el "grado de corrupción" (14), se les opone definitivamente junto a los demócratas. El campo abierto por Georg von Schönerer –quien además era dueño del Deutsche Volksblatt y el Ostdeutsche Rundschau, dos periódicos que utilizaba como órganos de su partido– le permite crear una coalición socialcristiana que progresivamente obtendrá una fuerte posición en el Parlamento. La misma, constituida por ex- liberales, demócratas y clericales, contó con un elevado número de miembros pangermanistas y, aunque el partido era abiertamente antisemita, Lueger no habría contado dentro del grupo de los más radicales (15). Se limitaba a hacer comentarios descarnados y algo escandalosos que llevaran al choque a la prensa liberal. Y así ocurría. La Neue Freie Presse publicaba estos ataques, cuando no inventaba excusas para atacar sus emprendimientos legislativos y urbanos, dejando de lado toda crítica ideológica concreta.
Die Fackel reconoce a Lueger como un líder marcadamente antisemita, aunque lo atiende como una criatura que ha tomado posición en una fisura del conflicto de poder. En 1899 Lueger eleva una reforma electoral al Parlamento a través del Arbeiterverein.
La longeva corrupción del ser de nuestro país desagrada por fuera, los antisemitas como escolares aplicados se han calzado la cómoda palabra látigo “defensa de la propiedad” como esencial para ellos mismos. Reformas à la Prix llevadas a cabo por un Lueger, les dará la posibilidad futura de ganar influencia nuevamente en el ayuntamiento (16).
Para Die Fackel, la existencia de un Karl Lueger en la alcaldía de la ciudad de Viena se debió al fracaso, la imprudencia y la falta de escrúpulos liberal. Por este motivo, deja que el antisemitismo hable por sí mismo a través de hechos concretos y se limita a juzgar y castigar la negligencia de periódicos liberales como el Neue Freie Presse, quienes dejaron mucho que desear a la hora de forjar un discurso serio de oposición.
Herr Dr. Lueger festeja ahora el triunfo que le ha preparado la torpeza de su opositor. Los diarios liberales de Viena han intentado luchar contra su oponente político con no poca falta de comprensión, y mediante ataques en el área técnica. En primer lugar aseguraron en consenso que la nueva instalación de gas no estaría terminada, después pusieron énfasis en la poca probabilidad de que las conexiones estuvieran listas en los hogares según el tiempo acordado.
(…)
Al final, cuando se encendió la nueva luz de gas, en sus páginas decía que iluminaba mal, días después se reconoce que ilumina tan bien como la antigua (17).
En el flanco opuesto a la coalición de Lueger, la socialdemocracia de Viktor Adler reaccionaba tanto a un liberalismo congraciado con el militarismo y el poder de la corona como al partido socialcristiano. Entre ambos, los nacionalistas chechenos y serbios, que se postulaban como representantes del malestar multiétnico, amenazaban con la irrupción del caos y disolución imperial. El socialismo comenzaba a ver en los territorios de los Habsburgo el difícil ideal de internacionalismo, Herzl se dirigía a los guetos. Lo que para el socialismo era el mayor problema inicial a resolver, esto era, romper la barrera del idioma para tener una llegada efectiva, fue el punto fuerte de Herzl. En este contexto, la cohesión lingüística adquirió un valor relevante en el conflictivo concepto de lo nacional y la "ciudadanía".
En cada uno de sus ensayos, Kraus pone de relieve lo absurdo de un rápido efecto de asimilación a través de los intereses de la empresa. El proyecto de Herzl le resulta escapista, fantasioso, lejano al intento de encontrar una solución real a la ley de la excepción, al derrumbamiento de las paredes del gueto, o a una "reforma en la educación judía sin pérdida en la tradición y la creencia"(18). Die Fackel afirma que la cultura judía ya sería parte de la cultura de Europa y mediante el caso Dreyfus desgarra las vestiduras del sionismo, y a través del affaire Dreyfus señala la falta de integridad de la prensa diaria pues en ella reconoce una “otra” presencia y, violentadora, la fraseología como inmoralidad de la lengua.
Entre los números 18 y 21 de Die Fackel, se publica la colaboración externa de Wilhelm Liebknecht. No tanto porque Kraus esté empezando a desarrollar interés en el poder de oposición de la socialdemocracia y su lucha contra el liberalismo como por un reconocimiento de neutralidad respecto de las posiciones chauvinistas que caracterizan al tiempo histórico. Liebknecht escribe como intelectual lúcido, poco le importa ocupar un lugar de controversia al decir que "no cree en la inocencia de Dreyfus". Todo le resulta un espectáculo montado por la prensa, además del pésimo desenvolvimiento del aspecto legal francés.
Al comienzo de mi primer artículo, dije: yo no creo en la inocencia del capitán Dreyfus. Yo he dicho a lo largo de mi argumentación: no existe una absoluta certeza sobre la culpa de Dreyfus (19).
Y como Kraus, Liebknecht hace responsables a los medios de prensa del envilecimiento de la claridad crítica, de confundir y trocar premisas, de no poder asumir un rol verdadero en cuanto a la exposición de las culpas, las dudas, las responsabilidades, la propia conciencia.
(…): nuestra prensa burguesa, que echó tantas lágrimas y compasión por Dreyfus, que durante todo el año y día a día envió al mundo un humillado sentimiento del derecho con apasionada verborragia, qué ha hecho por esta víctima de la justicia nacional de clases, reconocer ella misma la inocencia de Dreyfus, la justicia que seguramente el Consejo de Guerra francés no concede? ¿Qué ha hecho la prensa burguesa? ¡Absolutamente nada!
Charity begins at home.(...)
La prensa de los países libres se diferencia de la prensa de los países que no son libres porque oculta los perjuicios que acontecen en casa y se ocupa de ellos en segundo lugar, en primer lugar se ocupa de lo ocurre en el extranjero, mientras que la prensa de los países que no son libres agrandan el velo sobre los daños que acontecen en casa, los mismos que contrariamente son registrados en el extranjero con lupa y lente de aumento. En el affaire Dreyfus, la prensa alemana ha probado con sobresaliente empeño su falta de libertad (20).
Juicio (publicado en la Neue Freie Presse): “La voz de Dreyfus es agradable, y su compostura y su forma de hablar son las de un inocente” (21).
En la medida que Die Fackel denuncia y rechaza el "antisemitismo judío y el judaísmo antisemita" (22) por igual ¿qué lugar le corresponde a su editor, que es un judío asimilado? ¿El lugar de un juez? Kraus asume una posición dentro del corrillo de escorpiones que actúan en la Viena de 1899. La crítica es también profunda autocrítica sobre el lugar y el rol que le toca en este contexto, el de ya no ser “un exegeta parado sobre un lugar seguro y alejado” (23). Y la prensa liberal y literaria es quien tiene mayormente “la culpa”, quien le hace imposible seguir ocupando este lugar de exegeta. Pues la razón de ser de la prensa le habría mostrado su impudicia en el ataque al antisemitismo mediante argumentos falaces que nada tienen que ver con la violencia de la acción antisemita concreta; la razón de ser de la prensa habría sido impúdica porque funcionó como fortaleza protectora de una mala conciencia política; la razón de ser de la prensa habría sido impúdica, porque sólo a la luz del caso Dreyfus y el surgimiento del movimiento sionista regresó a una Judenfrage por largo tiempo ignorada, la razón de ser de la prensa habría sido impúdica porque, pese a la defensa de sus propios intereses, fue incapaz de asumir un espacio de oposición relevante y porque, sin el menor asomo de mala conciencia, habría sobreexpuesto la interdependencia económica y política del campo cultural. ¿Y por qué no? ¿Acaso no era Viena un lugar opresivo y majestuoso, un lugar “donde todos conocen a todos” y donde se sabe “qué mano se mete en el bolsillo ajeno”? (24).
Aquí las injurias de Kraus hacia el Grupo de la Joven Viena, Herman Bahr, la Sezession, los críticos literarios, las piezas de teatro, las reuniones del Concordia Club (25), la concentración de capital y el vínculo entre entidades bancarias y periodísticas –“economía de cliqué”– asumen un espacio anecdótico.
El compromiso de Die Fackel irá ‘aumentando y mutando’ a través de los años, aunque muchas de sus características centrales se forjan aquí. Un primer año editorial que comienza a construir una legitimidad de la palabra con una abierta declaración de guerra a los discursos hegemónicos.
Notas.
(1) Además de universidades de habla alemana, existe gran interés por la obra de Kraus y del Die Fackel en Londres. En general, los simposios salen editados en inglés y alemán.
Karl Kraus in a new perspective. London Kraus Symposium. Edited by S.P. Scheichl and E. Timms. München. 1986.
(2) El Diccionario de “Die Fackel” consta de tres volúmenes, el primero de ellos es el Diccionario de los modos de hablar, editado en 1999. El segundo volumen, Diccionario de insultos, y el tercero, Diccionario ideológico, se encuentran en preparación en la Academia de Ciencias de Austria (Österreichischen Akademie der Wissenschaften).
El Personenregister (registro de personas mencionadas en Die Fackel), fue editado por Franz Ögg. Suhrkamp, 1998.
Unos de los más completos registros de documentación son los Kraus Hefte (cuadernos de Kraus), editados por el Dr. Sigurd Paul Scheichl (Universität Innsbruck/Institut für Germanistik) – quien también, junto a su equipo, ha montado la exposición sobre el Die Fackel en el Jüdisches Museum de Viena – y el Prof. Dr. Christian Wagenknecht (Universität Göttingen/Seminar für deutsche Philologie). Los cuadernos salieron entre 1977 y 1994 de manera trimestral.
(3) La exposición tuvo lugar en el Jüdisches Museum de Viena. Es aquí donde tuve la oportunidad de ver los cortometrajes caseros de Kraus sin tener que padecer penurias burocráticas.
(4) Karl Kraus: Frühe Schriften. Band I: 1892 - 1896. Band II: 1897 - 1900. Band III: Erläuterungen von Johannes J. Braakenburg. Frankfurt: Suhrkamp 1988.
(5) Entre otros, sus páginas cuentan con aportes de Wedekind, Altenberg, Viktor Adler, Otto Weininger, Strindberg, Stefan Törmörkeny, Oscar Wilde, Egon Friedell, María Heim, Fritz Wittels, Albert Ehrenstein, Erich Mühsam, Paul Scheerbart, Otto Soyka, Robert Scheu, Albert Ehrenstein, Egon Friedl entre otros. Sólo en esta segunda etapa, son varios los ejemplares - cerca de 20 - que sólo contienen la palabra de Kraus en la sección de respuestas del editor. Algunos de estos artículos y otros de Kraus serán reimpresos en Der Sturm.
(6) “Las cartas anónimas que prescinden de contenido objetivo y estímulo positivo, no podrán ser respondidas”. Kraus, K. Antworten des Herausgebers. In: Die Fackel, Nr.6. 1899. Wien: S.28
“Las interpelaciones anónimas no serán respondidas”
Kraus, K. Kraus, K. Antworten des Herausgebers. In: Die Fackel, Nr.14. 1899. Wien: S.24
(7) Entre la correspondencia más relevante, Die Fackel cuenta con los aportes de Wilhelm Liebknecht, Karl Adler, Wilhelm Ellenbogen, Maximilian Harden y Arthur Holistcher
(8) En lo que respecta a las respuestas del editor, sobre un total de 27 ejemplares con un promedio de 28 páginas cada uno, sólo el total dedicado a respuestas suma alrededor de 32 páginas, cantidad que por sí sola permitiría publicar un número suelto.
(8.1) Leyendo las respuestas a las cartas de lectores se puede advertir una tercera posición respecto del Die Fackel -entre el amor y el odio-, una tercera posición nada despreciable numéricamente: el ‘lector morboso’, al que no le basta leer su pseudónimo o la respuesta que le corresponde en la última página de la revista, y tampoco parece tener en mente el hacer justicia colectiva o desbaratar la corrupción. El lector morboso acusa, entrega nombres y hechos insignificantes con la esperanza de que sean trabajados e investigados, quiere ser mentor. Kraus les responde siempre un par de líneas con mucha amabilidad.
(9) Harden, M. Brief. In: Die Fackel. Nr.2., 1899. Wien: S. 3,4.
(9.1) Kraus, K. Ein Beitrag zur Geschichte der zionistischen Bewegung. In: Die Fackel. Nr. 16, 1899.Wien: S.23-24
(10)Liebknecht, W. Nachträgliches zur »Affaire«. In: Die Fackel. Nr. 18-21.Wien, 1899.
(11) Holitscher, A. Brief. In: Die Fackel. Nr.15 1899. Wien: S. 8-11
(12) Kraus, K. Die Unabhängigen. In: Die Fackel, Nr. 1, 1899. Wien: S..4.
(13)Kraus, K. (ohne Titel). In: Die Fackel, Nr. 7, 1899. Wien: S.4.
(14)Lueger era abiertamente antisemita, de manera que muy posiblemente se haya distanciado del partido liberal debido a la elevada cantidad de miembros de ascendencia judía.
(15) Steven Beller cuenta, entre otros ejemplos, que en una reunión del Musikvereien, Lueger hizo afirmaciones provocativas sobre la culpabilidad de Dreyfus frente a miembros judíos del liberalismo; Görlich y Romanik en su Geschichte Österreichs, ponen el acento en las grandes mejoras urbanas realizadas por Lueger, mencionan su postura antisemita pero evitan entrar en detalles.
Para un perfil más abarcativo de la persona de Karl Lueguer, ver: Karl Schorske. Wien. Geist und Gesellschaft im Fin de Siècle. III Kapitel. Piper, 1997. Deutschland (existe edición en español).
(16) Kraus, K. (ohne Titel). In: Die Fackel, Nr.10, 1899. Wien: S.2
(17) Kraus, K. (ohne Titel). In: Die Fackel, Nr.22, 1899. Wien: S.20.
(18) „Jüdischer Religionsunterricht“ (Anonym). In: Die Fackel, Nr.13, 1899. Wien.
(19) Liebknecht,W.Nachträgliches zur »Affaire«,zweite Folge.In: Die Fackel, Nr.19, 1899. Wien: S.5.
(20) Liebknecht,W. Schlusswort. In: Die Fackel, Nr. 21.1899.Wien.
(21) Lapidares aus der “Neuen Freien Presse“. In: Die Fackel, Nr.14, 1899. Wien:S.22.
Se trata de una sección flotante dentro de la revista, una suerte de cementerio de frases mal escritas publicadas en la Neue Freie Presse.
(22) Kraus, K. (ohne Titel). In: Die Fackel, Nr. 11, 1899. Wien: S.1-6.
(23) Kraus, K. (ohne Titel). In: Die Fackel, Nr.1, 1899. Wien: S. 1-3.
(24) Kraus, K. Die Vertreibung aus der Paradiese. In: Die Fackel, Nr.1, 1899. Wien: S. 14.
(25) Concordia Club. Concordia es el nombre de una sociedad de fondos de pensión para escritores, libretistas y periodistas. En la práctica, tuvieron mayor poder los periodistas de los diarios liberales y los empresarios que los actores y los escritores. En el número 26 de 1899 de Die Fackel. Kraus relata una velada escalofriante en el Sophiensaal, aburrida, con la presencia de los periódicos oficiales y liberales, excursiones de pandillas al guardarropas, personajes ausentes sin anuncio, discursos interminables y, lamentablemente, sin el programado show de coristas y baile.

El sorprendente Dr. Clitterhouse (1938)


Film que se puede encuadrar dentro del cine negro o de gangsteres, pero que dista mucho de ser la típica película al uso dentro de este subgénero, ya que si bien confluyen muchos elementos definitorios del mismo (crimen organizado, asesinatos, mujeres fatales, la chica buena, policías impertinentes...) Litvak, al igual que el protagonista del film, experimenta en torno a la cinta, conduciendo la atención del espectador por otros derroteros, sin embargo lo único que consigue con ello es un film con ciertas lagunas en cuanto a su argumento, ralentizando la acción del mismo por momentos, lo que le hace perder la vivacidad de las grandes películas del género.
Lo más destacable sin duda es la tensa relación entre Bogart y Robison que se erige como el eje en donde se asienta la cinta.Lo mejor, la interpretación de Edward G, espléndida, mientras que la mujer fatal resulta un tanto anodina (Claire trevor). Boggy, impresionante.
J.Huston colaboró en el guión, que presenta un policíaco inusual ya que el Dr Clitterhouse se introduce en el mundo del hampa para hacer unos estudios de medicina criminalística. Lo de menos es la criminalística. Importa más la exhibición de esos dos monstruos de la interpretación.

sábado, 17 de enero de 2009

Literatura subterránea



Dostoyevski es voz y no razón. Así lo anota Coetzee, epígono de los escritores del subsuelo; Dostoievski y Kafka como máximos exponentes:"Mucho más poderosos que el contenido de su argumento, que no es fuerte, son los acentos de angustia, la angustia personal de un alma incapaz de soportar los horrores de este mundo.Es la voz de Iván tal como la presenta Dostoyevski, no su razonamiento lo que me emociona". Coetzee se refiere al quinto capítulo de la segunda parte de Los hermanos Karamazov. (J.M. Coetzee,Diario de un mal año).
Dostoievski es la emoción; la emoción de los afectos desesperados envuelto en resabiada ingenuidad cristiana (psicología metafísica). Así lo describe Nathalie Saraute en su ensayo De Dostoievki a Kafka: "¿ Hay algo más apropiado, en verdad, que esas interrogaciones apasionadas y esas respuestas;que esos acercamientos , retrocesos fingidos , huidas;que esas persecuciones, zalamerías y roces; que esos choques, caricias, mordiscos; que esos abrazos, para caldear, agitar, hacer brotar y esparcir al exterior la inmensa masa temblorosa cuyo flujo y reflujo incesante, bajo una vibración apenas perceptible, constituye el propio latir de la vida?.
Agitado por la presión del tumulto, el envoltorio que contiene a aquella materia se tensa y se desgarra. Se produce como un desplazamiento , de fuera hacia adentro, hacia el centro de gravitación del personaje, que la novela moderna no ha cesado de acentuar.
Con frecuencia se ha señalado la impresión irreal que producen los personajes de Dostoievki- vistos como en negativo- a pesar de las descripciones minuciosas que el escritor se creyó obligado a realizar para satisfacer las exigencias de la época.
Ello se debe a que sus personajes tendían a covertirse en lo que, después, serían cada vez más los personajes novelescos , no tanto ya tipos humanos de carne y hueso, como aquellos que creíamos percibir a nuestro alrededor y cuya infinita enumeración parecía ser el objetivo esencial del novelista , sino simples soportes , sostenes de conflictos todavía inexplorados , y que podemos encontrar con frecuencia en nosotros mismos".
Después de Dostoievki y Kafka la novela ya no es un espejo ante el camino, es un espejo de nuestros conflictos personales anegados en un inmenso estupor vacío, una incomprensión definitiva y total. La tarea de los epígonos está en sacar a flote lo subterráneo y no encontrar más que cinismo o/y lucidez. No es poca tarea.

Un extraño en mi vida (1960)


Richard Quine es un director muy poco conocido entre la mayor parte de la gente (aficionada al cine o no), y esto se debe, sobre todo, a que siempre fue muy propenso a la modestia, a la humildad (lo que hace difícil investigar detalles de su vida y obra). Pero su carrera atravesó por momentos intensos. Nacido en 1920, Quine comenzó en el cine como actor en los treinta, y como tal intervino en más de veinte producciones. Su debut tras las cámaras tuvo lugar en 1948, con el drama pugilístico Leather Gloves, que co-dirigió junto a William Asher. En este film Quine contó con la participación, en el reparto, de Blake Edwards (cineasta que también tiene una carrera inicial como actor), con quien estableció una relación laboral que daría sus frutos en forma de varios guiones escritos por la pareja. Entrados ya los años sesenta, Edwards y Quine toman caminos separados. Mientras el primero consigue algunos de sus títulos más recordados (como La pantera rosa/The Pink Panther, 1964 o La carrera del siglo/The Great Race, 1965), Quine encadena una serie de películas por lo general no muy exitosas para ir poco a poco diluyéndose en el mercado televisivo, donde dirigió algunos episodios de la serie Colombo, e incluso llegó a firmar un telefilm con Maureen Reagan (hija de Ronald y Jane Wyman)... La decadencia de Quine en esos últimos años terminó generando la muerte del director el 10 de Junio de 1989, fecha en la que, según parece, se suicidó pegándose un tiro.
Sin embargo, tan poco llamativo personaje dejó tras de sí una obra a la que podemos intuir interesante en aquellos trabajos en los que se implicaba de forma personal, ya que si esto no sucedía se limitaba a aplicar su profesionalidad, despachando productos correctos pero nada estimulantes (flojas comedias como La indómita y el millonario/It Happened to Jane, 1959, con Jack Lemmon y la repelente Doris Day; o La pícara soltera/Sex and the Single Girl, 1964, con Natalie Wood y Tony Curtis como pareja principal). También tiene algún musical amable, como Mi hermana Elena (My Sister Eileen, 1955), remake de una película homónima que Quine había interpretado en 1942 y elegida por Godard como una de sus diez favoritas de 1956 en su lista de Cahiers. Pero el elemento que realmente hacía aflorar el talento de Quine tenía nombre y apellido: Se llamaba Kim Novak, y fue la mujer de su vida, aunque todas sus proposiciones fueron rechazadas por la actriz, que nunca llegó a aceptarle como marido. Quine dirigió a Novak en el que fue uno de sus primerísimos papeles en el cine (anterior incluso al de Picnic/íd., 1955. Joshua Logan): el de la mujer fatal Lona McLane de La casa número 322 (Pushover, 1954), film criminal concebido a rebufo de Perdición (Double Indemnity, 1944. Billy Wilder), con el mismo protagonista (Fred MacMurray) dejándose atrapar de nuevo por una chica francamente arrebatadora (Novak, of course).
La fascinada relación que Quine mantuvo con Novak se prolongó en otros tres títulos: Me enamoré de una bruja (Bell, Book and Candle, 1958), Un extraño en mi vida (Strangers When We Meet, 1960) y La misteriosa dama de negro (The Notorious Landlady, 1962), película ambientada en Londres que supuso el punto final cinematográfico a dicha relación. Esta etapa arrojó como resultado unas películas en las que el cálido tratamiento de Quine hacia la actriz se deja notar de modo muy especial, lo que acerca esta asociación a las (más llamativas) de Bergman y Liv Ullmann, Rossellini e Ingrid Bergman, o Hitchcock y sus actrices. Y ya que estamos con el enorme director inglés, es curioso señalar algunas ligeras concomitancias entre él y su reconocido admirador Quine. La primera de ellas, la coincidencia de algunos intérpretes de sus películas: Kim Novak o Janet Leigh fueron dirigidas por Quine antes de que cayesen en manos de Hitchcock (en el caso de Doris Day fue a la inversa). De hecho, Quine reunió a la pareja de Vértigo (íd., 1960) un año antes de ésta en Me enamoré de una bruja, protagonizada por Novak y James Stewart. Otra de estas confluencias es formal: Tanto Hitch como Quine recurrieron al punto de vista subjetivo de un hombre que espía las ventanas ajenas en films del año 1954. El primero en la eternamente vibrante La ventana indiscreta (Rear Window), y el segundo en la ya mencionada La casa número 322.
Un extraño en mi vida está considerada por algunos como la gran obra maestra de Quine, aunque rara vez aparezca en las listas de mejores películas americanas. Y es una pena que sea tan poco conocido/apreciado, pues se trata de un excepcional largometraje, rodado con amor, precisión y bueno ojo para aprovechar las posibilidades del color (excelente foto de Charles Lang) y del scope, que teje una compleja red de (nada ingenuas) relaciones entre personajes de modo reposado y maduro (un poco escéptico, por tanto), aunque no exento de apasionamiento, gracias asimismo a las brillantes situaciones y pulidos diálogos (naturalistas, muy poco retóricos) obra del novelista Evan Hunter (que trabajaría con Hitchcock unos años después en Los pájaros/The Birds, 1963). Un texto que Quine combina sabiamente con potentes imágenes en las que los interiores y el vestuario, las superficies y los aromas, lo complementan a la perfección mediante el trabajo eminentemente visual desarrollado a través de la puesta en escena.
El film nos presenta y define a los personajes con una estrategia particularmente sintética: Kirk Douglas (todo un portento físico) es Larry Coe, un arquitecto que se enfrasca en la construcción de una casa para un escritor de éxito llamado Roger Altar (el malogrado Ernie Kovacs, magnífico), el cual es un tipo mujeriego e inseguro que siempre está fumando y dudando. A través de estos dos personajes Quine introduce un discurso personal sobre la creación, la crítica y la necesidad de mantener una buena aceptación comercial sin renunciar a los valores artísticos. Pero enseguida Quine nos muestra a Maggie Gault (Kim Novak, sobran las palabras), una mujer fría por fuera pero fogosa por dentro, un poco harta tal vez de que todos admiren únicamente su belleza, a quien Larry descubre mientras lleva a su hijo a la parada del autobús. La presentación (el plano en el que ella se agacha) es de las que no se olvidan. Y, poco a poco, partiendo de lo más grande hacia lo más pequeño (como Mizoguchi, con quien mantiene ciertas similitudes de puesta en escena aquí, aunque Novak no sea, desde luego, tan desgraciada como solía serlo Kinuyo Tanaka en los films de Kenji), Quine termina de componer el cuadro de personajes del film, mediante la descripción de acciones cotidianas que incluyen a las respectivas familias de Larry y Maggie, y también a caracteres como el Felix Anders que encarna Walter Matthau, sin duda uno de los más repugnantes de toda su carrera (le falta el lado cascarrabias simpático), que ya comienza a dar la lata con sus puyas (al estilo del Quilty de "Lolita") en la estupenda secuencia del supermercado; o Ken (John Bryant), el marido de Maggie, un tipo "frígido" al que es incapaz de excitar incluso desabrochándose el escote, que ni la escucha ni la entiende, y que no le permite introducir carga pasional alguna en su aburridísimo plan cotidiano.
El centro del relato lo constituye una extraordinaria historia de amor entre Larry y Maggie, dos seres que se buscan, que se necesitan irremediablemente, dejando secuencias para la posteridad del cine (si es que esto se mantiene mucho tiempo en pie, que no creo tal y como va todo), como el encuentro en el que se dedican a hacer mediciones de la que será la nueva casa del escritor; la primera cita nocturna entre ambos; el instante que comparten en la playa (extraordinariamente dialogado por el propio Quine, que añadió la escena al guión original); la visita que el arquitecto, desesperado, realiza a la casa de Maggie, hallándola en la cama; la coincidencia en la feria con los niños, donde ella le plantea a él su negativa a dar un paso adelante o atrás, creando un conflicto de reflejos chéjovianos (léase, si no se ha hecho ya, "La dama del perrito" para cotejarlos). Y luego está la secuencia de la fiesta en casa de Douglas, espectacular, y muy importante para desenlazar los nudos argumentales. Genial la dirección de actores aquí: El pesado cuenta-chistes, el hombre apasionado por temas banales, los trajines de la mujer de Larry, Eve (deslumbrante papel de Barbara Rush), el marido de Maggie sentado con su apatía crónica, Felix fumando en pipa y demostrando su vacío interior en cuanto descubre el secreto de Larry y se siente importante de repente (que ya es triste)... Y sobre todo está el lento paseo de Maggie por las habitaciones de la casa de su amado, imaginando tal vez cómo sería compartir su vida con él.
El melodrama en la encrucijada
Uno de los mejores directores del género melodramático fue Douglas Sirk. En muchos de sus últimos films, el director de Sólo el cielo lo sabe (All That Heaven Allows, 1955) procedía a la estilización extrema de los argumentos folletinescos, al más exacerbado esquematismo, para deformar las pasiones, exagerarlas y alcanzar la emoción por la vía del exceso paroxístico (vía reintentada por varios cineastas posteriores, de Fassbinder a Todd Haynes). En estos films los personajes se sentían atrapados por un entorno ultraconservador de apariencias impecables que frustraba todos sus intentos por ser felices. Sin embargo, Sirk abandona el melodrama (y el cine americano) justo al finalizar la década de los cincuenta. Aunque alegó problemas de salud para esta decisión, quizás Sirk, incurable y exquisito manierista, ya excesivamente desencantado con la América que llegaba, vio que ese cine iba a dejar de existir, de ser factible, y prefirió abandonar antes de sufrir una dolorosa decadencia (recordemos que el cineasta no falleció hasta 1987, y en ese tiempo rodó alguna última cosa como el corto Bourbon Street Blues/íd., 1977, protagonizado por Fassbinder), pero el caso es que esta retirada coincide temporalmente, y no es casualidad, con la irrupción de la nouvelle vague, el underground y el resto de los llamados "nuevos cines". A la presencia de estas pujantes corrientes no es ajeno, aunque pueda parecer lo contrario, Quine en Un extraño en mi vida (fechada precisamente en 1960), una película melodramática pero que también constituye, en algún sentido, la superación de las vías del melo clásico.
Para empezar, el film de Quine contiene ramalazos excesivamente duros para lo que suele ser habitual en el género: El sórdido episodio con el chico que irrumpió en su casa por la fuerza relatado por Maggie (confesión filmada con maestría por Quine, que encuadra en primer término la boca de Novak con Douglas al fondo) es digno del Bergman más despiadado (el de Persona/íd., 1966 o Gritos y susurros/Viskningar och rop, 1972, por ejemplo), y el tema del adulterio está tratado de un modo en realidad no muy lejano a como lo ha encarado el autor de Secretos de un matrimonio (Scener ur ett äktenskap, 1973). Otro momento tremendamente explícito es el de Felix con Eve, a la que somete a un sorprendente acoso verbal para intentar prácticamente violarla, aprovechando que el marido está fuera. Y no todas son rupturas argumentales. También las hay formales, si bien, era de esperar en Quine, no son tan fáciles de apreciar. Baste como resumen un plano muy concreto: Después de que Eve le eche en cara a Larry que "hay otra", Quine rompe la concepción espacial clásica de la secuencia insertando un encuadre que muestra a la mujer de espaldas, sentada, asumiendo el punto de vista del hombre. Es un plano que, si uno no repara en él, puede pasar desapercibido, pero que contiene en sí mismo un resumen de los decisivos pasos que Quine se atreve a dar.
Pero lo más dramático de todo, y lo que altera en mayor medida el equilibrio típico del melodrama, es el hecho de que, en este caso, el final "feliz" no consista en una victoria de los amantes sobre los prejuicios que les asedian, sino en que éstos asuman voluntariamente la imposibilidad de romper la inercia de su situación social. Cuando, después de que éste haya tratado de aprovecharse de su mujer, Larry persigue a Felix bajo la lluvia y le propina un puñetazo, Felix pretende equiparar su frustrado adulterio con el de Larry y Maggie, y aunque nada tienen que ver el uno con el otro, Larry parece ceder ante lo dicho por su vecino. Por ello aceptará un trabajo en Hawaii y decidirá mudarse allí con su familia para salvar las apariencias de su matrimonio, y para perpetuar un modo de existencia basado en el disfrute de bienes económicos (pese a que había calificado su vida, en la última conversación con Roger, como "un saco de mentiras"), traicionando su relación con Maggie y separándose de ella para siempre. El encuentro postrero de la pareja en la casa del escritor, ya terminada, tiene el sabor de las derrotas que se producen antes de que empiece el partido: los personajes asumen ese "pudo haber sido" de un modo (y esto es lo más terrible) absolutamente normal. Mientras compartían una copa en su primer encuentro, Larry y Maggie habían brindado para que cada uno llegase a ser lo que quisiera ser. Pero lo cierto es que en este film nadie termina siendo lo que desearía, o lo que es lo mismo, estando con quien querría estar. La despedida entre ellos es seca (comparable a la de films tan modernos como La coleccionista/La collectionneuse, 1971. Eric Rohmer). Y el plano del coche de Maggie perdiéndose en la lejanía es desolador.

El ensañamiento sanitario se afianza en Udine


La clínica Udine ya no dejará morir de hambre a Eluana
Disminuir tamaño del textoAumentar tamaño del texto VERÓNICA BECERRIL | ROMA Sábado, 17-01-09
El temor a sufrir una sanción administrativa por parte del Ministerio de Salud italiano llevó ayer a la clínica Ciudad de Udine a cerrar las puertas a Eluana Englaro, la joven en coma desde el 18 de enero de 1992. La clínica Ciudad de Udine fue la primera que, en el mes de diciembre del pasado año, dio su disponibilidad para ejecutar la sentencia del Tribunal Supremo italiano por la que se autorizaba a desconectar las sondas que mantienen con vida a la joven en coma originaria de esta zona del norte de Italia.
Una carta del ministro de Sanidad, Maurizio Sacconi, enviada el mismo día que estaba previsto el traslado de Eluana hasta la clínica, paralizó la operación. El documento ministerial recordaba que no se le puede negar la alimentación y la hidratación a una persona discapacitada, como es el caso de esta chica de 37 años. Este hecho y la posibilidad de que se le aplicara una sanción a la clínica udinese provocando su cierre temporal, fueron las razones esgrimidas ayer por el administrador delegado de la clínica, Claudio Riccobon.
«La Casa de Cura Ciudad de Udine comunica que se ha visto obligada a retirar su propia disponibilidad a acoger a Eluana Englaro y al equipo de voluntarios externos para ejecutar el decreto emanado por la Corte de Apelación de Milán el 9 de julio del año 2008, ratificado por la Corte Suprema el pasado mes de noviembre».
Las razones de esta «sufrida decisión asumida con amargura» se basaron en la ponderación del «galimatías» de normas administrativas y de competencias existentes entre Estado y Regiones. Es decir, que de ejecutar la sentencia, «el ministro podría asumir procedimientos que pondrían en entre dicho la operatividad de la estructura, y por consiguiente, de los puestos de trabajo de 300 personas».
La familia recurrirá
Nada más darse a conocer la noticia, el padre de Eluana expresó su pesar por la decisión que dijo respetar, señalando que serían sus abogados a hablar a partir de ahora. De hecho, los abogados de la familia Englaro presentarán un recurso ante el tribunal de la región Lombardía en el que piden que se permita ejecutar la sentencia que fue pronunciada por el Tribunal Supremo.
La primera audiencia está programada para el próximo 22 de enero, mientras que dos días después se celebrará también otra audiencia, esta vez por la petición de la asociación de consumidores italiana de revocar a Beppino Englaro la tutela de Eluana. Italia apareció una vez más dividida ante el caso de la Terry Schiavo nacional.
Recogida de firmas
Por un lado se recogen firmas para pedir al Parlamento italiano que elabore una ley sobre el testamento biológico y la eutanasia, y por otro se realizan manifestaciones rezando por la vida de todo ser humano. «Estamos satisfechos», dijo ayer el presidente del Movimiento por la vida, Carlo Casini, quien pidió una ley para que no se vuelvan a repetir casos como el de Eluana.
De este modo piensan los miembros del Gobierno de Silvio Berlusconi, mientras que desde la oposición llegaron las primeras críticas señalando que «se ha ultrajado el derecho y los valores constitucionales».
Mañana domingo se cumplen 18 años de aquel fatídico accidente de tráfico que dejó a Eluana en estado vegetativo permanente. En programa para este día hay diversas iniciativas de las dos caras de la moneda que determina la vida de Eluana.
«No es una enferma terminal»
Quienes defienden la vida de Eluana se basan en datos científicos. Como los aportados al ministerio de Salud por una comisión de científicos que concluyeron que «es absurdo hablar de irreversibilidad del estado vegetativo de un largo periodo, como en el caso de Eluana Englaro, porque puede permanecer con vida durante años con una asistencia mínima, por lo que no se puede comparar al estado de un enfermo terminal». Mientras que quienes piden que dejen morir en paz a Eluana, se basan también en datos científicos que confirman justamente todo lo contrario.

viernes, 16 de enero de 2009

Las muertes profesionales


André Maurois las llama "muertes profesionales". Dice que, nada de extraño tiene el que un santo o un héroe " sepan morir bien", pero también tiene su grandeza esa muerte en " profesional",como anillo al dedo de agonizantes de antaño, lejos del ensañamiento médico hospitalario nuestro; les daba tiempo para testar, bendecir y dejar esas últimas palabras aleccionadoras y significativas.
Un Balzac llamando al médico de su Comedia Humana, Bianchon o M.Proust garabateando el nombre de su personaje Sorcheville.El gramático Padre Bouchours, en gramático : "¿ Voy a morir , o voy a morirme, que de ambas maneras puede decirse". Carlos II de Inglaterra, en monarca y gentleman : "He tardado un tiempo increíble en morirme; espero que sabréis dispensarme". El cardenal Richelieu, lo hace en ministro: "- ¡perdonáis a vuestros enemigos ? - No tengo otros que los del Estado". Corot, en pintor : "Espero de todo corazón que en el cielo se pueda pintar".Chopin, en músico, naturalmente : "Tocad Mozart y acordaos de mí ".Napoleón, en Napoleón: "Francia...Ejército...cabeza de ejército".Cuvier, en anatómico: "La cabeza se enturbia". Lacépède, en naturalista :"Voy a unirme con Buffon". madame Louise, en cortesana: "Al Paraíso...¡Vivo,vivo,...a todo galope".

Una chica afortunada (1937)


J. B. Wall -Edward Arnold- es un adinerado banquero de Wall Street que está harto de los dispendios económicos causados por su ocioso hijo John -Ray Milland- y su esposa Jennie -Mary Nash-. Cansado de los mismos, decide tirar por la azotea la última adquisición de su mujer, un costoso abrigo de marta. El abrigo caerá encima de Mary Smith -Jean Arthur-, una mecanógrafa que trabaja en una revista infantil... Una screwball escrita por Preston Sturges en la mejor tradición del Hollywood clásico.

Comentario:

Divertida screwball comedy escrita por Preston Sturges y dirigida por Mitchell Leisen.De abrigos de piel, hoteles de lujo y millonarios especuladores... y, la chica, una esplendorosa J. Arthur

Todos los buenos ingredientes de este maravilloso tipo de subgénero en la comedia americana están presentes: personajes estrafalarios, situaciones caladas de locura expuestas a un ritmo hiperbólico, conversaciones rápidas y delirantes y final feliz de corte generalmente romántico contextualizado en el período de la depresión estadounidense de los años 30.

Jean Arthur está magnífica en su papel de "cenicienta" al igual que Edward Arnold y el simpático personaje denominado Louie Louie, creado magistralmente por el actor Luis Alberni, uno de los intérpretes nacidos en España que más ha trabajado en el Hollywood dorado en las décadas de los 30 y 40.

Junto a las excelentes interpretaciones, la sofisticada dirección y mirada de Leisen (ex director artístico y arquitecto), un realizador con sumo gusto y elegancia en la puesta en escena, junto al ingenio característico de los guiones de Sturges (aquí adaptando una historia de Vera Caspary) componen una encantadora película de deleitoso visionado.

miércoles, 14 de enero de 2009

La lectura.


Valéry Larbaud la llama " vicio impune".Para Descartes " una conversación con los hombres más honestos de los pasados siglos", como ya apuntaba Quevedo en su conversación con los muertos;me refiero a la lectura.La lectura para Schopenhauer es una evasión nada creativa ni inteligente.Se refiere a los viciosos de novelas y periodicuchos al uso, esos que leen con tal de no entregarse a sus pensamientos.Cursadores de tópicos y crispaciones del día: " No buscan en la lectura ni ideas ni hechos , sino el desfile continuo de palabras que les oculte el mundo y sus almas" al decir de André Maurois. La lectura placentera es una forma de sensualidad refinada; Maquiavelo y Montaigne se vestían con elegancia y corrección cuando visitavan sus salas de lectura. Hay una lectura-trabajo y no me refiero a las consultas de los investigadores profesionales; me refiero a la que se efectúa con lápiz en la mano.Esa lectura trabajada nos lleva a preferir visitar y revisitar pocos y buenos autores que a muchos superficialmente.Confiemos en la prueba del tiempo, en la selección que han hecho los siglos, pero nunca olvidamos las almas afines y magistrales.El arte de leer nos sumerge así en la vida y su mejor y justa comprensión.

martes, 13 de enero de 2009

Primera plana (1974)

PRIMERA PLANA (The front page). 1.974

Director: Billy Wilder.
Guión: Billy Wilder y I. A. L. Diamond, basado en la obra de teatro del mismo título, de Ben Hecht y Charles MacArthur.
Música: Billy May.
Intérpretes: Jack Lemmon (Hildy Johnson), Walter Matthau (Walter Burns), Carol Burnett (Mollie Malloy), Susan Sarandon (Peggy Grant), Vincent Gardenia (sheriff Peter B. Hartman).
Producción: Universal Films. 105 minutos. Color.


Argumento: Tercera (y no última) versión cinematográfica de la comedia periodística de Hecht y MacArthur. Un grupo de periodistas espera, en la sala de prensa de la policía de Chicago, la ejecución de un hombre acusado del asesinato de un agente del orden. Todo ello con el telón de fondo del entonces actual y polémico "caso Watergate".


Comentario: Se cuenta que cuando se estrenó El crepúsculo de los dioses, el mundo del cine se retorció de rabia al verse reflejado en la película y se ocusó a Wilder de haber ensuciado la imagen idílica de la fábrica de los sueños. Algo parecido debió ocurrirles a los periodistas de la época cuando, al comienzo de Primera plana, vieron a uno de ellos que asomaba la cabeza por una ventana y se quejaba porque los operarios hacían mucho ruido mientras construían un patíbulo en el patio, y ese estruendo no les dejaba trabajar. Y peor llegarían a sentirse cuando además se descubre que su trabajo consistía en jugarse los artículos a las cartas. Wilder fue periodista, y a lo mejor por eso se permitió ser especialmente cruel con un mundillo que era tan suyo.
Resulta curioso escuchar al propio Wilder depreciar su propia idea de volver a llevar a la pantalla Primera plana después del éxito de Luna nueva de H. Hawks, diciendo que poco nuevo se podía aportar para mejorar la anterior película. Cuenta Wilder: "En la actualidad, creo que fue estúpido por mi parte hacer un remake de Primera plana. Además, no rodé la película porque yo mismo hubiera sido periodista de joven, como a menudo se ha pretendido. No, mi error fue rodar una nueva versión de una pieza de la que ya había una versión cinematográfica convincente. Además, cuando Hetch y MacArthur escribieron la historia era absolutamente actual. Es decir, es una sátira de los años veinte sobre los años veinte. Cuando se lleva al cine cincuenta años más tarde, se convierte en una película costumbrista corriente".
Pero Wilder, en 1.974, cuando llevó al cine Primera plana la época de la censura por fin había terminado y pudo recrudecer la historia. Pudo hacer de la puta Molly Malloy (Carol Burnett), una heroina. Y pudo hacer del periodista Bensigner un magnífico estudio del homosexual, incluida la utilización del papel de water rosa. Pero sobre todo los periodistas, tipos estreñidos, ahora podían hablar realmente como periodistas sin que la censura gobernante en seguida les tapara la boca.
Sin duda, la película de Wilder no tiene el ritmo de la estilizada versión de Hawks, pero consigue mostrar que los periodistas que carecen de escrúpulos son los mejores contrincantes y el mejor correctivo para políticos que carecen por completo de escrúpulos. Por ejemplo, uno de los reporteros, ante la perspectiva de una exclusiva deja que su mujer le abandone. Todo por conseguir la noticia.


Crítica: El film tuvo críticas para todos los gustos. "Un entretenimiento indispensable", aseguraba Saturday Review. "Dinámica, deliciosamente cáustica y, con toda probabilidad, una de las películas más divertidas del año", anunciaba Daily News. Desde las páginas del N. Y. Times se criticaba el ritmo de la película, pero declaraba: "Primera plana desprende una amargura frívola que resulta insólita en cualquier film excepto en las del señor Wilder. Además, la mayor parte del tiempo es extremandamente divertida". El crítico Andrew Sarris expresaba profundas reservas acerca de la interpretación de Lemmon y Matthau, pero anunciaba: "Aquellos de nosotros que hemos seguido de cerca la carrera de Wilder durante las décadas de los sesenta y los setenta, debemos estarle agradecidos por Primera plana. Por un lado, resulta refrescante encontrar un director que se regodea en las palabras en lugar de en simples payasadas y que todavía cree en el poder de la palabra escrita como vehículo de expresión. Por otra parte, la singular mezcla de cinismo y pasión que exhibe este director es mucho más profunda que nunca. Más profunda y más contemporánea". Finalmente, Variety se sentía molesta por la procacidad de la nueva jerga periodística acuñada por Wilder y Diamond; Primera plana era "una de las películas más vulgares, bastas y vergonzosamente estridentes".


Frases y diálogos: "Un hatajo de pobres diablos, con los codos raídos y los pantalones llenos de agujeros, que miran por la cerradura y que despiertan a la gente a medianoche para preguntarle qué opina de Fulanito o Menganita. Que roban a las madres fotos de sus hijas violadas en los parques. ¿Y para qué?. Pues para hacer las delicias de un millón de dependientas y amas de casa. Y, al dia siguiente, su reportaje sirve para envolver un periquito muerto". La opinión que tiene sobre los periodistas Hildy Johnson (Jack Lemmon).

"¿Por qué demonios no compramos una baraja nueva?"."No cuentes conmigo, no he ganado una mano desde hace años". Diálogo entre periodistas.