viernes, 29 de mayo de 2009

Retirarse del mundo

La maldad que los fundamentalistas atribuyen al hombre o a la humanidad, es atribuible a la sociedad.Toda sociedad es perversa en tanto en cuanto debe encauzar los conflictos si puede y, solamente puede generando otros. Esa dinámica histórica informa nuestro habitual maniqueismo interesado o ideológico. La" recetaª más acertada es la del viejo Epicuro:Alejarse de los negociós y ocios, incluido la política. Una variante refinada la proporcionó el eremitismo y el monacato medieval, sin olvidar el "régimen del solitario "de los sabios musulmanes.

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